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En 2014, un grupo de investigadores observó un aumento de la mortalidad de aves, gravemente amenazadas de extinción, que morían a un ritmo alarmante durante su época de cría y nidificación a causa de un tendido eléctrico situado en su camino hacia el mar.

Los espantapájaros de Power Line Sentry, filial estadounidense del Grupo Sicame con sede en Denver, se han instalado en tendidos eléctricos cerca de Ganlinhos (Brasil) para reducir las muertes de charranes rosados.

Gracias a un estudio puesto en marcha por investigadores para comprobar la eficacia de la instalación, el número de muertes ha disminuido considerablemente.

Este éxito es fruto de la colaboración internacional entre organismos públicos y Power Line Sentry, en interés de la biodiversidad.